El coworking rural y el coliving rural son nuevas tendencias en alza en Europa. Muchos jóvenes profesionales prefieren trabajar y vivir en entornos campestres, lejos del bullicio de las metrópolis. Entre sus principales motivaciones se encuentra la necesidad de evadir el alto costo de los alquileres y huir del estrés de la vida urbana.
¿Qué es el coworking rural y cómo se diferencia del urbano?
El coworking es sinónimo de flexibilidad. Los espacios de coworking permiten a los jóvenes profesionales elegir entre diferentes opciones, desde escritorios compartidos hasta amplias salas de reuniones. Muchos espacios coworking ofrecen contratos mensuales, semanales o pagos por día, lo que ayuda para ajustar gastos, según las necesidades de cada emprendedor, cada negocio o proyecto.
Los espacios de coworking ofrecen un entorno moderno y bien equipado para llevar adelante diversos proyectos. Desde internet de alta velocidad, impresoras, salas de reuniones y áreas de descanso. Además, muchos espacios están decorados de forma estimulante, para fomentar la creatividad y la productividad.El coworking rural es una variedad del coworking que está emergiendo hace algunos años, especialmente después de la pandemia del Covid. En ese momento, muchos jóvenes optaron por alejarse de las ciudades y buscar ambientes en mayor sintonía con la naturaleza. El coworking rural presupone también una visión más armónica de la vida tomada de conjunto, en lo que hace al trabajo y el tiempo de descanso.
Los emprendedores o nómadas digitales pueden trabajar desde una cabaña en medio de un bosque, en una casa con vista al mar o en una tranquila casa de un pueblo rural. Son espacios ideales para profesiones creativas o que requieran importante concentración, pero cuyas rutinas de trabajo no son las tradicionales.
Beneficios de combinar coliving y coworking en entornos rurales
La principal ventaja del coworking rural es la conexión directa con la naturaleza. Trabajar en un entorno natural no solo es placentero y favorece el descanso, sino que también tiene beneficios psicológicos. El contacto con el verde, el aire fresco o el mar ayuda a alejar el estrés, mejorar el bienestar y aumentar la creatividad. Sin las distracciones, los atascos y el ritmo enloquecido de las ciudades, muchos pueden enfocarse mejor y ser más productivos.
Quienes eligen modalidades de coworking rural suelen preferir espacios que se combinan con la vivienda compartida. De este modo se ahorran mucho en costos del alquiler y consiguen reducir otros gastos en servicios básicos.
Para los nómadas digitales y emprendedores que se alejan de las ciudades es también muy importante establecer nuevos lazos sociales, no quedar aislados. Esa es otra gran ventaja de trabajar en un espacio de coliving rural: encontrar una comunidad de pares. Compartir experiencias con otras personas que se encuentran en la misma situación vital y que provienen de diferentes partes del mundo.
Las mejores ubicaciones rurales para coliving y coworking
España ofrece múltiples oportunidades y diversidad para el coliving rural y el coworking rural. Para quien prefiera la montaña, existen varias opciones de cabañas y viviendas compartidas en las laderas de los Pirineos, en Aragón o Cataluña. Y si se trata de combinar playa y verde, casi toda la costa del mediterráneo y el cantábrico acogen muchas posibilidades. Una variante, para quienes no quieren perder del todo la conexión con las ciudades, es buscar locaciones cerca de Madrid, Barcelona o Zaragoza, ya sea en las sierras cercanas o pequeños pueblos de playa.
Lo más importante para elegir una locación para coliving rural es tener en cuenta que haya buenas conexiones de transporte y una excelente conectividad wifi. De igual modo, confirmar que el espacio tenga buen acceso a un centro médico, en caso de necesidad y a sitios donde comprar alimentos y productos básicos.
Cómo el coworking rural impulsa la economía local
Existen pequeños pueblos donde hasta hace pocos años solo vivían personas mayores y pensionistas. Eso está cambiando en algunos lugares gracias al coworking y al coliving rural. Antiguas casas familiares con hornos de barro son reconvertidas en casas rurales con espacios de coworking y modernas antenas satelitales. Nuevos negocios o bares se abren en la región. Emergen también otras opciones para el turismo rural.
El coworking lleva nuevos proyectos al interior rural o pueblos de montaña, aportando un dinamismo que hace tiempo habían perdido esas regiones. Y, quizás lo más importante, haciéndolos atractivos para personas muy jóvenes que quieren expandir su creatividad en interacción con el entorno.