En la era de la inteligencia artificial, el algoritmo y la realidad virtual, las formas de trabajo y de residencia no podían quedar indiferentes a la ola de transformaciones y cambios que estamos presenciando. En este contexto, surgen nuevas tendencias en el ámbito de la vivienda para reconfigurar la relación entre comunidad e individuos. En los nuevos modelos de residencias compartidas o co-living, confluyen preocupaciones actuales por la reducción del gasto, el cuidado del medioambiente y la interacción con otros pares como punto de partida para el enriquecimiento de la vida.
¿Qué es el co-living?
El coliving surge hace unos años en las ciudades californianas ligadas a la expansión de las industrias tecnológicas y digitales. Ciudades que se convirtieron en polo de atracción de miles de jóvenes hiper capacitados, pero que no conseguían pisos tradicionales para alquilar, dieron nacimiento a los alojamientos coliving.
Residencias compartidas, con habitaciones individuales y zonas comunes ambientadas con las mejores instalaciones para brindar comodidad y un ambiente cool para trabajar desde casa, descansar o establecer nuevas amistades. Desde aquellos años a comienzos del nuevo milenio, hasta ahora, el coliving se ha expandido como tendencia en las principales ciudades del mundo, e incluso en lugares cerca de la playa o la montaña, para combinar el descanso y el trabajo (workation).
Actualmente existen diversos tipos de alojamientos coliving. Algunos operadores especializados como ColivInn ofrecen residencias temáticas de acuerdo a los intereses o profesión. Coliving para gamers, residencias especialmente adaptadas para deportistas profesionales, coliving para artistas o para emprendedores que están buscando redes de contactos para desarrollar sus proyectos. También se ofrecen residencias coliving especiales para estudiantes o para personas mayores que buscan opciones más amigables que las tradicionales residencias de ancianos.
Alojamientos coliving para una comunidad unida
El concepto base del co-living es que una comunidad es mucho más que la suma de las partes involucradas. La interacción con una comunidad de pares, personas con los mismos intereses y desafíos, pero con cualidades diversas, potencia la creatividad de los individuos. Compartir alojamientos coliving fuera de lo laboral con otras personas, en la vida diaria, enriquece las trayectorias individuales, abriendo más alternativas y nuevos recursos.
Pongamos un ejemplo: si un coliver está desarrollando una empresa startup en el rubro tecnológico, quizás le resulte muy valioso compartir ideas de forma informal con otro coliver, que se especializa en el área del diseño gráfico. No necesariamente se dedican a los mismos temas, pero cada uno puede aportar una mirada diferente al proyecto del otro. Y quizás las mejores ideas surjan de esas conversaciones, mientras se comparte una comida o una copa al final del día.
Las residencias compartidas de co-living son un espacio especialmente provechoso para quienes trabajan desde casa. Al no tener un ámbito laboral donde sociabilizar, estas nuevas formas laborales conllevan el riesgo del aislamiento y la soledad. Las residencias co-living abren las puertas, en cambio, a conocer nuevas amistas y formar redes de contacto para el futuro. La otra ventaja es que los contratos temporales permiten cambiar de residencia o de ciudad sin dificultad.
Comunidad y medioambiente
El modelo de alojamientos coliving implica construir comunidad mucho más allá de las paredes de la residencia. Porque es un modelo de convivencia que apunta a una vida más sostenible, ahorrando recursos energéticos y generando menos desperdicios. El compartir electrodomésticos y servicios permite reducir gastos de energía (y reducir para cada persona las tarifas que se pagan al final del mes). Se trata de una forma de organizar la vida diaria más racional y amigable con el medioambiente.
¿Qué otras transformaciones se impondrán en las formas de vivienda y de trabajo en los próximos años? ¿Qué posibilidad abrirá la integración de la inteligencia artificial a las residencias compartidas? ¿Qué nuevas formas para pensar la relación entre el trabajo y el ocio? Son preguntas y desafíos que están comenzando a plantearse. El coliving, el coworking o la economía colaborativa son primeros pasos hacia nuevas formas de vida en comunidad.