¿Qué diferencia hay entre “compartir piso” y vivir en una comunidad coliving? ¿Qué beneficios aporta el hecho de compartir parte de la vida diaria con otras personas que tienen intereses afines? El concepto del coliving se basa en ofrecer mucho más que una habitación en un piso compartido. Lo que se busca es crear comunidad e incrementar las potencialidades de cada uno de los colivers.
¿Cómo funciona una comunidad coliving?
Lucía tiene 24 años, hace un año terminó un master en diseño editorial y decidió emanciparse, dejar la casa de sus padres, mudarse de ciudad y apostar todo a su carrera. Desde hace varios meses vive en una residencia de coliving en el centro de Madrid, en el barrio de La Latina. Junto con una socia han lanzado un emprendimiento para ofrecer servicios de diseño editorial y diseño web, orientado a pequeñas empresas o para autores individuales. Como trabaja desde casa, vivir en una residencia de coliving le resulta ideal para trabajar, conocer gente y descansar.
Su rutina diaria empieza temprano, baja al gimnasio o camina por un parque cercano. Regresa a la residencia y se pone a trabajar en la zona de coworking durante varias horas. En general está todo muy tranquilo por la mañana, ya que solo ella y otra de las colivers trabajan desde casa. Comparten café y cada una se concentra en lo suyo.
A la hora de la comida, suelen ser cuatro o cinco personas a la mesa. Han hecho algunas compras compartidas, como verduras o ingredientes para ensaladas. Lucía suele pasar la hora de la comida con sus colivers, aunque a veces prefiere comer algo rápido en su habitación, si tiene trabajo pendiente. A la hora de la siesta, Lucía tiene la costumbre de descansar unos minutos. Más tarde, suele volver a trabajar en el espacio común, o sale si tiene reuniones con potenciales clientes.
Por la tarde, es el momento cuando Lucía aprovecha mejor la dinámica de la comunidad coliving. Se crea un clima de mayor relax y se intercambian ideas. Uno de los colivers que vive en la misma residencia que ella se dedica a la comunicación en redes sociales y la ha ayudado con muchas ideas para promocionar su proyecto. Otros colivers le han aportado sugerencias e incluso de han pasado contactos de potenciales clientes.
Una vez al mes, organizan una cena compartida con amistades de cada uno, como previa para organizar una salida o ir de fiesta. En pocos meses, Lucía ha conocido mucha gente nueva y ha creado nuevas amistades en Madrid.
Lucía es un nombre ficticio, pero su historia es verdadera. ¿Te imaginas así tu vida diaria en una residencia de coliving? ¿Cómo te gustaría organizar tu nueva vida laboral y social?
La dinámica que define a una comunidad de coliving
El concepto de coliving es que la comunidad aporta mucho más que la simple suma de las partes. No solo permite evitar los peligros de una vida aislada (algo que puede afectar negativamente a todos aquellos que trabajan a distancia, en proyectos freelance, o son emprendedores), sino que permite crear redes de contactos y afinidades.
En una residencia coliving, se respetan los espacios personales y la privacidad. Las habitaciones individuales cuentan con todas las comodidades. Pero a la vez se promueve la posibilidad de compartir recursos, servicios, ideas y crear amistades. El coliving estimula las prácticas de economía colaborativa (se ahorra en compras comunes, se pueden planificar las comidas para gastar menos, se utilizan servicios comunes) y las prácticas sostenibles (se generan menos desechos, se ahorra energía).
El coliving es mucho más que un lugar para dormir, comer o trabajar. La convivencia con otros colivers que tienen intereses comunes, permite trabajar y socializar en un mismo espacio. Por eso, la comunidad coliving es ideal para los nómadas digitales, para quienes teletrabajan o para jóvenes emprendedores que empiezan su vida laboral y necesitan contactos para el futuro. Es un modelo que se basa en el cambio de las formas de vida de las nuevas generaciones. Favorece un estilo de vida sostenible, colaborativo y flexible.